Cada día sube el precio de la gasolina y cada día me resulta más curioso el sistema energético que predomina en el mundo, que es la dependencia total y absoluta del petróleo. Quizás cuando empezamos a usarlo no sabíamos nada, pero ahora ya lo conocemos un poco más. ¿Qué sabemos de él? Que sirve para hacer de todo, desde combustibles a plásticos pasando por aceites y productos especiales; que lo venden muy caro, que contamina, y todo eso. Es cierto, es una herramienta maravillosa, si hay edades como la del hierro o el bronce, los últimos años de nuestra historia han sido la edad del petróleo, aunque se conociera desde mucho tiempo antes.
Sin embargo, todo el avance que ha introducido esta poderosa materia prima empieza a ver su final. Nos dirigimos a un estancamiento en el uso de los combustibles fósiles, porque toda nuestra sociedad se basa en su consumo para el transporte y la electricidad, y se están acabando.
Sin embargo, todo el avance que ha introducido esta poderosa materia prima empieza a ver su final. Nos dirigimos a un estancamiento en el uso de los combustibles fósiles, porque toda nuestra sociedad se basa en su consumo para el transporte y la electricidad, y se están acabando.
Pero hay algo que me preocupa más que la dependencia del petróleo, a fin de cuentas cuando se acabe se acabó, que es la proliferación de la energía nuclear (mirad el mapa nuclear en el mundo). A nosotros no creo que llegue a afectarnos directamente salvo en accidentes como el reciente Fukushima, pero el problema de los residuos nucleares es bastante más grave de lo que pueda parecer a simple vista, se genera mierda radiactiva que tendrán que seguir teniendo almacenada y en tratamiento hasta dentro de tantísimo tiempo que resulta absurdo. Es una responsabilidad demasiado grande, y puede que demasiado cara, que les estamos legando a los que vendrán después de nosotros, y a este mundo, al cual pertenecemos.
Los residuos nucleares, cuyo aspecto es igual al del combustible nuevo. Emiten radiación alfa, beta y gamma, además de generar calor como consecuencia de la desintegración radiactiva. Además contienen diferentes sustancias que desarrollan su radiactividad independientemente, lo que dificulta el tratamiento de los residuos; por ejemplo, aunque el principal elemento sea el uranio (95% de los residuos), son los productos de fisión del combustible (2% de los residuos) los que se mantienen mayor actividad durante los primeros 150-200 años. Entre estos residuos se encuentran también el plutonio 240, que tarda aproximadamente 6600 años en desintegrarse; y el neptunio 237, con una vida media de 2.130.000 años. (Composición de los residuos nucleares)
Estamos utilizando mal el poder energético que poseemos, deberíamos dejarnos de tonterías y utilizar el petróleo que nos queda en conseguir no necesitar más petróleo. En cuanto a esto soy optimista, estamos empezando a vivir ese cambio, el cambio a las energías limpias y renovables. Pero hoy por hoy, todavía somos esclavos del petróleo... Si todavía no sabéis hasta que punto los petrodólares mueven el mundo basta con que os veáis The big one, ese documental de Michael Moore.