sábado, 30 de abril de 2011

La energía que nos consume

Cada día sube el precio de la gasolina y cada día me resulta más curioso el sistema energético que predomina en el mundo, que es la dependencia total y absoluta del petróleo. Quizás cuando empezamos a usarlo no sabíamos nada, pero ahora ya lo conocemos un poco más. ¿Qué sabemos de él? Que sirve para hacer de todo, desde combustibles a plásticos pasando por aceites y productos especiales; que lo venden muy caro, que contamina, y todo eso. Es cierto, es una herramienta maravillosa, si hay edades como la del hierro o el bronce, los últimos años de nuestra historia han sido la edad del petróleo, aunque se conociera desde mucho tiempo antes.

Sin embargo, todo el avance que ha introducido esta poderosa materia prima empieza a ver su final. Nos dirigimos a un estancamiento en el uso de los combustibles fósiles, porque toda nuestra sociedad se basa en su consumo para el transporte y la electricidad, y se están acabando.

Pero hay algo que me preocupa más que la dependencia del petróleo, a fin de cuentas cuando se acabe se acabó, que es la proliferación de la energía nuclear (mirad el mapa nuclear en el mundo). A nosotros no creo que llegue a afectarnos directamente salvo en accidentes como el reciente Fukushima, pero el problema de los residuos nucleares es bastante más grave de lo que pueda parecer a simple vista, se genera mierda radiactiva que tendrán que seguir teniendo almacenada y en tratamiento hasta dentro de tantísimo tiempo que resulta absurdo. Es una responsabilidad demasiado grande, y puede que demasiado cara, que les estamos legando a los que vendrán después de nosotros, y a este mundo, al cual pertenecemos.

Los residuos nucleares, cuyo aspecto es igual al del combustible nuevo. Emiten radiación alfa, beta y gamma, además de generar calor como consecuencia de la desintegración radiactiva. Además contienen diferentes sustancias que desarrollan su radiactividad independientemente, lo que dificulta el tratamiento de los residuos; por ejemplo, aunque el principal elemento sea el uranio (95% de los residuos), son los productos de fisión del combustible (2% de los residuos) los que se mantienen mayor actividad durante los primeros 150-200 años. Entre estos residuos se encuentran también el plutonio 240, que tarda aproximadamente 6600 años en desintegrarse; y el neptunio 237, con una vida media de 2.130.000 años. (Composición de los residuos nucleares)

Estamos utilizando mal el poder energético que poseemos, deberíamos dejarnos de tonterías y utilizar el petróleo que nos queda en conseguir no necesitar más petróleo. En cuanto a esto soy optimista, estamos empezando a vivir ese cambio, el cambio a las energías limpias y renovables. Pero hoy por hoy, todavía somos esclavos del petróleo... Si todavía no sabéis hasta que punto los petrodólares mueven el mundo basta con que os veáis The big one, ese documental de Michael Moore.

sábado, 9 de abril de 2011

¿Por qué seguimos viviendo en la edad media?

Como sabéis, en la edad media había un sistema feudal, en el que un señor feudal y la iglesia lideraban una pirámide de poder con diferentes niveles por debajo a los cuales pertenecías por nacimiento, sin poder cambiar de posición jamás.
Hoy, todo ha cambiado, dónde nazcas no influye para nada en tu vida, de qué color sea tu piel o quiénes sean tus padres da lo mismo, ¿no?
Pues no. Nada de eso ha cambiado, sólo que los feudos son más grandes, y aunque siga existiendo la iglesia, ese poder ahora lo ocupan los bancos, y el del señor feudal ahora es el papel de los mercados, los accionistas, los políticos, o los peces gordos.
En este mundo, todavía puedes nacer esclavo, a veces es más o menos posible librarse de esa esclavitud, pero normalmente es imposible. El pobre sigue proporcionando al rico todo lo que éste desee.

El destino de muchas personas es vivir una vida encadenado al trabajo abusivo para conseguir poco y sucio dinero que no les llega más que para malcomer, dándole vida a una red de producción desmesurada que mantiene un mercado despilfarrador consumiendo al mundo y a los que viven en él.
Los países ricos del planeta, como los nobles de antaño, esclavizan a los países pobres, haciendo de ellos nuestros vasallos, que nos fabrican nuestras cosas, cultivan nuestra comida, nos proveen de materias primas... a cambio de darles una propinilla para que no se mueran de hambre.

Esto no puede seguir así, el ser humano debe esforzarse globalmente por hacer que los objetos no consumibles sean muy durables y que los consumibles no sobreexploten las capacidades productivas de nuestros ecosistemas, de los cuales en muchas ocasiones los hombres formamos parte.
Debemos bajar el ritmo, aumentando la calidad. Esta es la teoría del Decrecimiento.
Pero creo que uniendo esfuerzos, no haría falta pararse en el Decrecimiento, sino que podríamos seguir y alcanzar un crecimiento responsable, un equilibrio entre producción y consumo, que nos permita invertir como queramos en evolución.

¿Qué me decís? Que no sea "es imposible", por favor.

Editado 2/8/2011. Otra pirámide que he encontrado recientemente:

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